Conociendo a… Xiomara Díaz García

Conociendo a… Xiomara Díaz García

jueves 10 de marzo de 2022
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Hizo de su sueño, una realidad. Xiomara Díaz García con tan solo 24 años, compagina su pasión por el arbitraje con un trabajo en una empresa de comercio internacional en Las Palmas y la carrera de criminología. Lleva nueve temporadas en activo y tres de ellas arbitrando en la máxima categoría nacional femenina, pero reconoce que le gustaría llegar al fútbol masculino.


- ¿Cuáles fueron tus inicios en el mundo del fútbol?

Cuando estaba en el Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo me iba con los niños a jugar al fútbol en el recreo. Siempre me ha gustado mucho y empecé a practicarlo en el colegio, luego me apunté en el fútbol sala como actividad extraescolar y jugué ahí hasta los 16 años. Cuando terminé el colegio me fichó un equipo de fútbol, el Tacuente, pero no era lo mismo el fútbol sala que fútbol 11 y no encajaba muy bien, así que me decidí por el arbitraje.

- ¿Cómo y por qué te iniciaste en el arbitraje?

El padre de una amiga era árbitro y ella me comentó que por qué no arbitraba, le hice caso, me metí y hasta hoy, diez años después. Estaba un poco desubicada porque era un colectivo que se conocía de hace tiempo y al principio me costó un poco, sobre todo, las relaciones sociales con mis compañeros. Tampoco había muchas chicas arbitrando. Además, me costó comprender algunas cosas y conceptos del fútbol 11, por ejemplo, el fuera de juego porque en el fútbol sala no lo teníamos.

- ¿Cómo fueron tus inicios como árbitra?

Los árbitros de fútbol no somos como los jugadores, tenemos que ir pasando por todas las categorías. Una vez ya arbitré a niños pequeños, empecé a arbitrar adolescentes y posteriormente en las categorías regionales e insulares. Yo tuve la suerte que, desde que empecé a pitar en las categorías más bajas, me acompañaba a mis partidos Marta Huerta, era como mi profesora. Estuve con ella 6 o 7 años hasta que empecé a volar un poco más sola. 

- ¿Cuándo y cómo llegó la oportunidad de arbitrar en la Liga Iberdrola?

La verdad es que no me lo esperaba. El primer año que me presenté a la fase de ascenso a Primera División Femenina había cinco plazas y yo me quedé la sexta. Al siguiente año me presenté de nuevo y ya no eran cinco plazas, sino dos. Pensé que con todas las mujeres que se presentaron de todos los comités españoles, iba a ser muy complicado que me quedara con una de esas dos plazas, pero fue así. Recuerdo que cuando me llamaron para decirme que había ascendido eran las 7 de la mañana y ya me iba casi a despertar para irme a trabajar. Era un número raro que no conocía y cuando lo cogí era la responsable del fútbol femenino en España, en ese momento, Marisa Villa. No sabía si había sido un sueño o no.

- Nueve temporadas en activo, tres años en Tercera Nacional y Liga Iberdrola. ¿Si tuvieras que elegir el momento más especial de tu carrera, cuál sería?

Tengo dos momentos súper bonitos. Uno de ellos fue ahora en septiembre, cuando tuve la oportunidad de asistir como cuarta árbitra a un encuentro entre Croacia e Italia en un partido de clasificación para el Mundial de 2023. Pitaba Marta Huerta y las asistentes eran Guadalupe y Eliana, dos árbitras muy buenas, y yo tuve el placer de acompañarlas a Croacia. La verdad es que esta experiencia fue genial. Luego tengo otro momento muy bonito con Marta Huerta, un partido entre el Athletic de Bilbao y Levante en San Mamés. Pitar en un estadio como ese es una experiencia inolvidable, además yo era muy jovencita, tenía 20 años, y decía: ‘¿Qué hago yo aquí arbitrando en este pedazo de estadio?’

- Por el contrario, ¿cuál sería tu momento menos bueno?

Cuando no conseguí el ascenso a Primera División Femenina porque además ese año había intentado ascender a Tercera División y tampoco lo había conseguido. Fueron dos momentos duros porque pensaba que me había ido muy bien y la verdad es que no me había ido tan bien como pensaba. Por otro lado, ahora estoy lesionada, sufro el síndrome del corredor, y llevo un par de meses sin arbitrar. Así que creo que también está siendo un momento complicado porque estoy acostumbrada a tener un ritmo alto de partidos, de entrenamientos, clases, exámenes, estar con mis compañeros y ahora me siento que no hago nada y me está sentando un poco mal. 

- Lamentablemente los árbitros sufren la peor parte del fútbol, ¿crees que la situación va mejorando?

He visto una evolución, la gente se ha ido acostumbrando a la diversidad, ya no solo porque hay mujeres arbitrando sino porque creo que, en el fútbol, cuanto más va pasando el tiempo más diverso es. El avance social que estamos viviendo se está plasmando muy poco a poco en el fútbol. Creo que no es lo mismo arbitrar un partido de hace 20 años que ahora, la gente está más civilizada cuando va a ver un partido de fútbol que hace un par de años, que parecía que todo el mundo iba y podía decir lo que quería. Ha mejorado bastante la situación.

- ¿Qué sueñas conseguir en el ámbito deportivo?

Me encantaría llegar a las categorías nacionales del fútbol masculino, poder participar en un partido de Primera o Segunda RFEF me parecería maravilloso, además me gustaría mantenerme muchos años en Liga Iberdrola porque es una categoría preciosa. Estoy viviendo cosas que en la vida me hubiera imaginado vivir. He vivido mucho más de las expectativas que tenía cuando empecé y no sé si sería justo pedirle más a la vida. 

- Además del fútbol, ¿qué te gusta hacer o a qué te dedicas?

Cuando empecé a arbitrar me estaba sacando el bachillerato, luego hice la carrera en Administración y Dirección de Empresas y actualmente estoy trabajando en una empresa de comercio internacional con sede en Las Palmas. Y como siempre me ha interesado mucho el tema, ahora que ya tengo la carrera hecha, un trabajo fijo y estable, me apetecía hacer algo más y estoy estudiando una segunda carrera, criminología por la UNED.

 

 

 

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