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Cerca de 500 personas se dieron cita en la Plaza del Cristo para disfrutar de un evento inolvidable en el municipio
La mañana del sábado amaneció radiante en el municipio, y con ella, la esperada Rainbow Family Pequeño Valiente en Tenerife. Desde bien temprano, a las 09:00 horas, la Plaza del Cristo se transformó en un hervidero de colores. Un evento único que invitaba a todos, sin distinción de edad, capacidad, cualidades personales o características sociales, a sumarse a una jornada de deporte y diversión. Una carrera de color adaptada organizada por el Ayuntamiento de La Laguna, a través del Organismo Autónomo de Deportes; la Fundación Pequeño Valiente, y con la colaboración de IDECO, donde se fomentó un día agradable en familia.
En los alrededores, los talleres creativos se pusieron en marcha. Niños y adultos se reunieron en las inmediaciones de la línea de meta para participar en actividades artísticas llenas de creatividad. Al mismo tiempo, los más pequeños corrieron de un lado para otro entre los hinchables infantiles. No faltaron las exposiciones, donde las iniciativas solidarias se hacían notar desde un principio de la jornada.
El ambiente, cargado de entusiasmo, llegó a su punto máximo a las 11:00 horas, cuando comenzaron las primeras pruebas deportivas. La carrera infantil de 500 metros, denominada “Rainbow Kids”, fue el primer gran momento del día. Con los rostros llenos de ilusión, los niños y niñas, de hasta nueve años de edad, tomaron la salida en un recorrido lleno de sorpresas. A medida que avanzaban, una lluvia de polvos de colores invadía el lugar, dejando estelas multicolores. Los padres, emocionados, aplaudían a los niños y niñas mientras recorrían la prueba. De hecho, algunos mayores decidieron acompañar a sus hijos en el transcurso de la prueba. Sin importar el orden de llegada, lo más importante de esta carrera era participar y disfrutar en familia.
Poco después, a las 11:30 horas, fue el turno de la “Rainbow Family Fun Run”, una carrera de 2 kilómetros dirigida a todas las edades. En este recorrido, donde tampoco había tiempos cronometrados ni medallas para los primeros en cruzar la línea de meta, el espíritu de solidaridad prevaleció. Familias enteras, amigos, vecinos, personas con movilidad reducida y aquellos que simplemente querían vivir una experiencia diferente se lanzaron al reto, sabiendo que el verdadero objetivo era disfrutar del recorrido, compartir un momento especial y fomentar la integración. Una carrera que arrancó en la Plaza del Cristo de La Laguna y recorrió varias calles emblemáticas del municipio, para terminar subiendo por la Calle Viana de nuevo hasta la llegada en el mismo punto de salida.
A las 12:00 horas, cuando ya habían finalizado todas las pruebas deportivas, comenzó la “Rainbow Fest Family” donde el grupo musical La Cangreja creó el ambiente perfecto para disfrutar de las últimas actividades de la jornada. La zona de meta acogió varios talleres creativos, zonas de exposición, hinchables infantiles, distintos puestos de restauración, completaron una jornada estupenda de solidaridad, deporte y disfrute.
A lo largo de la jornada la organización reflejó de una manera clara el mensaje de esta iniciativa: “lo importante no es el resultado, sino la participación y la inclusión”. El evento no solo fue una prueba deportiva, fue una muestra de lo que se puede lograr cuando se trabaja para fomentar la integración de las personas. Con el aire lleno de colores, la Rainbow Family Pequeño Valiente llegó a su fin, pero la huella que dejó en cada participante presente perdurará mucho más allá de ese día. La familia, el deporte, la diversión y la inclusión fueron los verdaderos ganadores de esta magnífica prueba.